La muerte de más de 7 mil vacunos y vacas por falta de pastos se produjo en un período de al menos 40 días en Roraima.
El problema, que ha dejado al estado en situación de emergencia en 10 de los 15 municipios, se debe a la infestación de orugas y malezas que han devorado el alimento del rebaño en las propiedades rurales.
Desde mayo han muerto 7.139 cabezas de ganado.
Tierra adentro, las zonas agrícolas se convirtieron en cementerios para animales hambrientos.
Los daños fueron evaluados por el Instituto de Asistencia Técnica y Extensión Rural (Iater), organismo del gobierno estatal que monitorea la situación de los productores afectados.
Se estima que al menos 54.000 hectáreas de pastos -el equivalente a 75.000 campos de fútbol- han quedado devastadas.
La pérdida, hasta el momento, asciende a 4T63 millones de rands, incluida la pérdida de ganado y pasto muerto en 840 propiedades en Roraima, según una estimación preliminar de Iater.
Los equipos siguen en el campo y el daño podría ser mayor.
La sobrepoblación de orugas está relacionada con el desequilibrio ambiental provocado por el intenso El Niño en los primeros meses del año en Roraima.
Con la sequía y los focos calientes, la población de depredadores naturales de estas plagas en las zonas rurales ha disminuido y el impacto ha sido principalmente en el rebaño de los productores.
Para combatir las plagas y restaurar los pastos en las propiedades, el gobierno, a través de Agência Desenvolvimento, anunció la transferencia de R$1.750 a los productores rurales.
El monto será otorgado a través del programa Desenvolvimento Roraima.
El tope máximo que debe recibir cada productor es de 5 hectáreas, equivalente a R$8.750.

Fuente: Agencia Amazon