Hace más de 30 años, el agricultor Washington Luís cultiva la tierra en la región de Cantá, en el norte de Roraima.
Actualmente dedica su propiedad al cultivo de cacao y banano, con planes de ampliar las ventas al mercado local y otros estados.
Pero los desafíos no han sido pocos.
La sequía y canícula de inicios de este año, ocasionadas por el fenómeno de El Niño, dañaron los cultivos y provocaron pérdidas.
Por eso Luís decidió invertir en riego como forma de superar las condiciones climáticas imprevistas.
El productor rural creó un reservorio con capacidad para abastecer toda la propiedad.
El agua se distribuye en zonas divididas y el sistema se utiliza todos los días, especialmente durante las horas más calurosas.
El Niño es causado por el calentamiento anormal de las aguas del Océano Pacífico y, este año, ha aumentado el número de incendios y provocado la sequedad de los ríos en Roraima.
Los productores y expertos esperaban la llegada de La Niña, el fenómeno opuesto, que traería más lluvias.
Sin embargo, hasta el momento esto no ha sido confirmado.
Washington Luís cree que los refuerzos ya están dando resultados.
La plantación va resistiendo y creciendo a medida que se ha ido implementando el sistema de riego.
Fuente: Agencia Amazon