En este reportaje conocerás un poco sobre las costumbres, tradiciones y cómo era la vida de los dueños de las plantaciones de caucho y sus trabajadores en la producción de caucho en la Amazonia. Historias que antes sólo existían en los libros ahora pueden ser vividas en un museo, en la zona rural de Manaus.
ENTREVISTAS:
- MARI SOUZA, Técnica y guía turística del Museu Seringal Vila Paraíso
- HENRIC JOHN, turista
- MANOEL HENRIQUE DE SOUZA, ex siringuero
CONTACTO:
Correo electrónico: museudoseringal@cultura.am.gov.br
PRODUCCIÓN Y DIRECCIÓN
Agencia Amazonas
PRODUCTOR EJECUTIVO
Jonathan Klismann
EDICIÓN Y FINALIZACIÓN
Alexandre Almeida
Tiempo de vuelo: 15'28"
- banda sonora
"El Museo Seringal Vila-Paraíso es un espacio basado en un libro llamado 'La Selva'. Y quien escribió ese libro fue Ferreira de Castro, un portugués que con tan solo 12 años se hizo recolector de caucho. Vivía en una auténtica plantación de caucho."
- banda sonora
“Y, después de un tiempo, al volver a Portugal, escribió el libro, contando todo lo que vio y vivió, dando origen a la película rodada aquí”.
- banda sonora
“Y ese espacio quedó en manos de la Secretaría de Cultura del Estado, que lo abrió como museo para contar la historia”.
- banda sonora
- MARI SOUZA, Técnico y guía turístico del Museo de la Plantación de Caucho de Vila Paraíso
"Aquí tenemos una historia viva, que no se cuenta en las escuelas, olvidada por la población. Hoy en día, los jóvenes ya no escuchan a sus abuelos, a sus bisabuelos, ¡no escuchan! ¡Así que esta historia se está adormeciendo! Cuando vienen a la Plantación de Caucho, esta historia vuelve a cobrar vida. Aquí respiramos una historia que se remonta a finales del siglo XIX, pero yo voy mucho más allá. Me remonto a la llegada de los portugueses, que ya tenían conocimientos. Me remonto a cuando llevaron las primeras muestras a Francia. Me remonto al primer neumático, y a quién lo fabricó. Está el proceso de vulcanización que aumentó el valor del caucho, ¡ya sabe! Y he estado contando esta historia hasta hoy".
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- MARI SOUZA, Técnico y guía turístico del Museo de la Plantación de Caucho de Vila Paraíso
"Cuando los turistas vienen aquí, piensan: 'Vaya, ¿esto realmente ocurrió en Brasil?'"
- HENRIC JOHN, turista
"Es una cosa muy interesante.
La época del caucho fue toda la historia de Manaus. Antes de la época del caucho, en Manaus no había prácticamente nada. Y de repente, llegó la época del caucho, y luego llegó todo, el teatro, y luego volvió a caer y ahora hay otras formas de presentar las bellezas de la Amazonia. No es la primera vez que visito este museo, pero es fantástico. A la gente le gusta mucho, porque representa realmente la idea de la riqueza de la época del caucho, ¡sí!
- banda sonora
- HENRIC JOHN, turista
"Había una gran diferencia entre quienes ordeñaban y quienes eran dueños de las plantaciones de caucho, pero da una idea del sufrimiento y también de los placeres de la época".
- MARI SOUZA, Técnica y guía turística del Museu Seringal Vila Paraíso
"Al principio, los coroneles del caucho tenían una casa sencilla encima de un galpón de suministros. Cuando empezaron a ganar dinero, porque el precio del caucho subió, empezaron a construir una casa como ésta, con balcones. Todo lo que tenían dentro de la casa venía de fuera. Plata, porcelana portuguesa, cristal italiano. En las paredes, los cuadros que había eran de Europa, un piano de Alemania, un reloj suizo.
"Los coroneles tenían todo de lo mejor y lo mejor."
- banda sonora
- MARI SOUZA, Técnica y guía turística del Museu Seringal Vila Paraíso
“Había una cocina dentro de la casa, pero no la usaban. Esa cocina era solo para calentar la casa. ¿Cómo se va a calentar si estamos en la Amazonia? Así era en Europa. Había una casa con una estufa que era para calentar. Aquí solo la tenían en la casa, como si estuvieran en Europa. Una estufa en medio de la casa. Pero tenían una estufa rústica, la cocina afuera, pero dentro de la casa había una cocina como si estuvieran en Europa. Todo esto de lo que hablo es en una casa en Serengeti. Imagínate la casa que tenían en Manaus, o incluso en Belém. No sé si alguna vez has oído que encendían un puro con un billete de dólar. Lo quemaban y lo encendían, ¿sabes? Entonces eso era poco comparado con lo que tenían, incluso en la capital”.
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- MARI SOUZA, Técnica y guía turística del Museo Seringal Vila Paraíso
"80% de la gente del Nordeste que llegó eran de Ceará. Entonces salían de Ceará y se iban a Belém. Cuando llegaban a Belém, no había barco para que los llevaran a Manaos, entonces se quedaban en un hotel. Cuando llegaban a Manaos, se encontraban de frente con una ciudad, un lujo. Manaos estaba desarrollada. Esas mujeres con vestidos largos, hombres con frac caminando por ahí. Él decía, wow, qué ciudad más próspera, tanta riqueza. Entonces me voy a quedar en Serengeti cuando llegue allí. Voy a hacerme rico y voy a volver. Pero cuando llegaron, cuando llegaron al Serengeti, todo lo que pasaron estaba escrito. Vuelo, alojamiento, comida. Llegaron aquí solo con su ropa. Iban a vivir en medio de la selva y necesitaban eso. Ollas, platos, tazas, cucharas, materiales de trabajo."
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- MARI SOUZA, Técnica y guía turística del Museu Seringal Vila Paraíso
“Moisés vino a visitarnos y le voy a montar un espectáculo para que vea cómo era la vida de un cauchero. ¿Ok, Moisés? Primero vamos a poner la poronga. Esto se llama poronga. La poronga es prima del candil. Tú sabes lo que es el candil. Y en cuanto a la poronga, Moisés, te la vas a tener que poner en la cabeza. Póntela en la cabeza porque el trabajo de un cauchero era nocturno, ¿ok? Además de la poronga, tenían que llevar un raspador y un cuchillo. Más de 400 palanganas, un balde para recoger el látex. Para defenderse de noche, un machete. Imagínate la noche. Jaguares, serpientes, alacranes, arañas. Y ni hablar de que se asustaban con los ruidos. Dentro del bosque, escuchamos ruido. Wow, ¿qué es ese ruido? ¿Cuándo vas a ver una rana, ok? Entonces, tenían... Y los indígenas. En esa época, había También una guerra entre los caucheros y los indígenas. La escopeta no se la dieron el primer día. Fue sólo después de que pagó su primera deuda. Un año, dos años, tres años. Después pudo coger una escopeta, que era una de las cosas más caras. Ahora sí, tengo un trabajador listo para ir al bosque y está lleno de ......... deudas. Todo este material, Moisés, tendría que pagar." - banda sonora - MANOEL HENRIQUE DE SOUZA, ex cauchero "Todo cauchero es analfabeto. Entonces, eso es lo que dice el patrón. Va al galpón del patrón y dice que quiere cortar caucho. Entonces, consigue café, azúcar, queroseno, municiones, las cosas necesarias. Pero ni siquiera intenta averiguar cuánto le está dando el patrón. ¡No intenta averiguarlo! Los caucheros nunca pagan sus cuentas, sólo viven endeudados, y endeudados toda su vida."
-audio ambiental
- MANOEL HENRIQUE DE SOUZA - ex siringuero
"Tienes que trabajar 15, 18 horas diarias. Empiezas a la una, a las dos de la mañana, cortando el caucho en medio de la selva, en medio del bosque, con la polava en la cabeza. Él llega con la rastra y hace esto aquí. Primero tiene que raspar el árbol del caucho".
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- MANOEL HENRIQUE DE SOUZA, ex siringuero
"Luego deja el raspador y va a buscar el cuchillo".
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- MANOEL HENRIQUE DE SOUZA, ex siringuero
"El cauchero tiene que cortar entre 250 y 300 de estos pájaros al día. Así que, si corta entre 250 y 300 de estos pájaros al día, tiene que rellenar al menos 500 de estos cuencos pequeños. Porque al menos es uno. Algunos pájaros tienen dos cuencos, otros tres, otros cinco. Depende del grosor del ave, depende del número de cuencos que vaya a poner. Se puede llenar, porque no se derrama, no. Se mantiene muy seguro". - sonido ambiente - MANOEL HENRIQUE DE SOUZA, ex cauchero "Cuando son las 10 u 11 de la mañana, termina de cortar. Luego, deja de cortar y va a cosechar. Va a cosechar el látex. Cuando termina de cosechar, son las 3 o 4 de la tarde. Luego, lleva el látex al ahumador para ahumar el caucho. Ahumar el caucho es una transformación del látex en la tela. Porque el látex es un líquido. La tela es una bola. Entonces, tiene que transformar ese líquido en esa bola".
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- MANOEL HENRIQUE DE SOUZA, ex siringuero
“Cuando trae el caucho, lo hace en medio del bosque, lo trae y se lo entrega al patrón. Tampoco se preocupa de averiguar cuánto le paga el patrón por un kilo de caucho”.
- MARI SOUZA, Técnica y guía turística del Museu Seringal Vila Paraíso
"Éste es un ejemplo de caucho. De hecho, tenían que fabricar 50 kilos por semana. Éste de aquí sólo tiene 10. Y mira, para demostrar que realmente es caucho original, 10 kilos, vuelven sanos y salvos a tu mano."
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- MARI SOUZA, Técnico y guía turístico del Museo de la Plantación de Caucho de Vila Paraíso
“Ellos iban al bosque, producían caucho y venían a pagar la deuda. La ponían en la balanza, que ya estaba manipulada, robando algunos porcentajes. Los analfabetos siempre eran engañados. Y el contador se quedaba allí anotando y descontando la deuda del trabajador. Tardaba cuatro años en pagar la primera deuda, y él llegaba con toda esa deuda. Y cuando llegaba, ofrecía un trago de cachaza. Aquí, ¿cómo está la plantación de caucho? ¿Está bien? ¿Y los jaguares? Un trago más. ¿Están atacando? ¿Y los indígenas? Bebió cuatro tragos, pero anotó una botella de cachaza. Así los recibió el contador aquí. La cachaza era la compañera del cauchero. Era la parada de la tristeza, de la pena, era la compañera del trabajador en los días de fiesta”.
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- MANOEL HENRIQUE DE SOUZA, ex siringuero
"En aquella época, la comida de los caucheros, la verdadera comida, era la harina. Así que toda la comida tenía que llevar harina. Podía ser carne, podía ser vino, podía ser cualquier cosa, pescado, tenía que llevar harina. Y para asar se necesitan una hora, una hora y media, dos horas para hacer una tanda. Tiene que ser mucha gente, porque tiene que haber gente aquí, tiene que haber gente allá, tiene que haber gente allá. Todo se hace en un solo proceso. La harina es muy importante".
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- MARI SOUZA, Técnica y guía turística del Museu Seringal Vila Paraíso
"En todas las plantaciones de caucho había capillas. En Seringal-Paraíso no era diferente. Los portugueses introdujeron a Nuestra Señora de la Concepción aquí en nuestra región y pusieron la fiesta el 8 de diciembre. En todas las plantaciones de caucho había una fiesta. Convocaban a todos los trabajadores. Era una gran fiesta. Comida y bebida para todos. Pero allí mismo, en medio de todo, el contador ya estaba anotando todo lo que consumían. La comida, la bebida. Cuando terminaba la fiesta, iban a ver al contador y se anotaba todo lo que habían consumido para que lo pagaran. Incluso había quienes no venían. La fiesta era para todos. No venían porque no querían. Entonces usaron este truco para endeudar aún más a los caucheros".
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- MARI SOUZA, Técnico y guía turístico del Museo de la Plantación de Caucho de Vila Paraíso
"Ellos tenían una fe muy grande. Llegaban y se confesaban con el cura. Pero el coronel, muchos de ellos, no digo que todos lo hicieran, pero sí ocurría, que conseguían que un amigo se hiciera pasar por cura. A la hora de la confesión, contaban lo que tenían, si habían robado, si habían matado, que querían huir, no aguanto más, voy a huir tal día. Y ese falso cura, que era amigo del coronel, ya se lo estaba diciendo." - audio de fondo - MANOEL HENRIQUE DE SOUZA, ex cauchero "La casa del capataz ya estaba muy mejorada. ¿Por qué? Porque el capataz era la mano derecha del cauchero. Hoy en día, es como si fuera el gerente. Siempre que el patrón quería hacerle algo malo al cauchero, él era la persona elegida para hacerlo. Azotarlo, atarlo, matarlo. Hacer lo que el patrón quisiera."
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- MANOEL HENRIQUE DE SOUZA, ex siringuero
"En aquella época, cada plantación de caucho tenía que tener un cementerio, porque moría mucha gente. La gente moría, por ejemplo, por mordeduras de serpientes, por malaria. En aquella época, no había medicinas, todo era difícil, así que mucha gente moría de malaria. Sobre todo la gente del noreste, que cuando llegó aquí no estaba acostumbrada a los bosques. Mucha gente moría de malaria, incluso las mujeres morían de parto. Muchas mujeres morían de parto. Así que cada plantación de caucho tenía que tener un cementerio".
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- MARI SOUZA, Técnico y guía turístico del Museo de la Plantación de Caucho de Vila Paraíso
“Cuando el amazónico llega aquí, dice, ¿soy descendiente de un nordestino? ¿De un cauchero? Entonces se va. Y cuando la persona llega aquí, su abuelo ya escuchó la historia, ya la contó, ya se la contó a sus nietos, él, Dios mío, me estoy acordando de mi abuelo. He visto a gente llorar cuando les muestro una poronga, cuando les muestro un raspador, cuando les hablo de fumar”.
- MOISÉS BARROS PRAIA, analista de Recursos Humanos
“Te sientes parte de esa escena. Saber cómo era la vida de los caucheros en esa época, ver sus vestimentas, sus herramientas de esa época, cómo las utilizaban. Poder disfrutar de cada ambiente, de cada artefacto que vimos aquí durante el recorrido, fue increíble”.
- MARI SOUZA, Técnica y guía turística del Museu Seringal Vila Paraíso
“La gente se emociona. Sólo quien viene a visitar el Museo Seringal Vila Paraíso puede experimentar eso”.
- banda sonora final